A finales del mes de agosto del año 2016, justo antes de iniciar los trabajos de restauración de “La Minerva”, el presidente municipal de Guadalajara Enrique Alfaro, presentó el programa “Arte Público” durante una rueda de prensa acompañado la Directora de Cultura Susana Chávez Brandon, el Director de Proyectos del Espacio Público Ricardo Agraz y algunos de los artistas posteriormente mencionados (el link del video se encuentra en los anexos de este texto), dicho programa está conformado de cinco ejes de Trabajo: Recuperaciónde patrimonio, Colosos Urbanos, Esculturas de Bienvenida a la Ciudad, Murales Urbanos y el premio “Juan Soriano” (internacionalmente afamado escultor tapatío).
El primer eje, pretende rescatar diversos espacios escultóricos de la ciudad, “la gran puerta” y el conjunto coloquialmente llamado “las pistolas” ubicado en el parque González Gallo autoría del Maestro Fernando González Gortazar, “la sala de los magos” y “la sala de los magos universales” de Alejandro Colunga, la vandalizada y mutilada “Alegoría a la Reforma” de José Chávez Morado, “Los Futbolistas” de Miguel Miramontes ubicados frente al estadio Jalisco, “el cartero” de Ramón Villalobos “Tijelino” ubicado en el cruce de Av. de los Maestros y Av. Siete Colinas, la Fuente Olímpica de Enrique Rico, “La Familia” del maestro Horst Hartung ahora oculta tras una reja tricolor instalada cuando se remodeló la unidad Revolución durante los preparativos de los Juegos Panamericanos, “la Madre Patria” en Av. México de Juan José Méndez, el Quiosco francés de la Plaza de Armas, el majestuoso Morelos Montado de Miguel Miramontes, el mural “Educación, ciencia y cultura”, de José Chávez Morado ubicado en la “Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco” y por supuesto la “Inmolación a Quetzalcóatl” de Víctor Manuel Contreras. Todos los trabajos serían dirigidos por la ECRO, debiendo estar finalizados para el 2018.
La segunda línea, “Colosos Urbanos” tiene como finalidad dotar a la ciudad de “hitos urbanos”, fueron invitados 8 artistas destacados que radican en la ciudad de Guadalajara, tomando a consideración para su elección, “que las piezas de estos artistas sean parte de alguna colección artística internacional, que hayan tenido al menos una exposición individual en el extranjero, que tengan al menos un premio o reconocimiento internacional”, los elegidos fueron Ismael Vargas, Javier Arévalo, Mario Martín del Campo, Dolores Ortiz, José Fors, Pedro Escapa, Jorge Méndez Blake y Jose Dávila. Aclaro que no todos ellos son Tapatíos ni mexicanos por nacimiento, pero si llevan residiendo y produciendo artísticamente en la ciudad bastante tiempo.
En dicha rueda de prensa Alfaro dijo textualmente que las piezas deberían “ser obras integradas a su entorno para que la gente pueda interactuar con ellas”, además de “ser intervenciones espaciales o esculturas de gran formato que puedan ser apreciadas por peatones, ciclistas o automovilistas, ser creadas con materiales de larga durabilidad y adecuados para la exposición en espacios abiertos, las creaciones deberán completarse en máximo 2 años, se dispone de un presupuesto inicial de 5 millones de pesos, que son recursos generados a través del reglamento de compensación, indemnización y mitigación por acciones urbanísticas, es decir con lo que van a pagar quienes hicieron acciones urbanísticas que violentaron las disposiciones legales en este municipio”, cabe recordar que dichas piezas aún no estaban elegidas ni aprobadas, cuando mucho habían sido vistos bocetos, algunos de los cuales fueron mostrados durante el mismo evento.
El tercer eje se denominó Esculturas de Bienvenida de Guadalajara, el cual consiste en erigir dos íconos que se presenten como puertas de la ciudad y reciban a los visitantes, usando como referencia La Minerva, Las Águilas y Los Arcos de la ciudad. También se mencionó que uno debería estar en las inmediaciones de Lázaro Cárdenas justo en los límites de Tlaquepaque y Guadalajara, del otro punto no se habló mucho pero al mencionar que se intentaría gestionar con otros municipios para acordar el lugar, infiero que este lo colocarán en López Mateos o Av. Vallarta; los artistas invitados serían Sergio Garval con una obra denominada “Las Tres Gracias” conformada de tres piezas de entre siete y medio a nueve metros de altura fabricados de bronce a la cera perdida y el segundo artista sería Rafael San Juan con una alusión a “La Ciudad de las Rosas”.
Murales Urbanos es el nombre del cuarto eje, el cual además de englobar programas sociales como “Oblatos pinta Bien”, busca ser una invitación a creadores nacionales y extranjeros para llevar arte y cultura a las calles de la ciudad mediante murales urbanos de gran formato, iniciando con los muros de la plazoleta en Juan Manuel y Enrique Díaz de León(autoría de Ricardo Agraz) la cual sería muralisada por “Secreto Redollo” y la segunda intervención en Av. Malecón y Av. Francisco Villa.
La quinta es básicamente darle continuidad al Premio Juan Soriano.
Regresando a la obra nueva que compraría el Ayuntamiento por medio de adquisición directa, de los “Colosos Urbanos” y “Esculturas de Bienvenida” actualmente conocemos tres piezas.
La primera en ser instalada pero no la primera en ser exhibida a la luz pública fue “Pluma” de Pedro Escapa, que a riesgo de parecer un inculto, mejor advierto, de arte contemporáneo no sé mucho, pero creo que ni siquiera los artistas contemporáneos saben gran cosa del mismo, así que omitiré cualquier crítica a la pieza, pero lo que sí me parece mal, muy mal, es que si en teoría uno de los objetivos de dicho programa es dotar de obra de arte público e hitos urbanos, dicha pieza vertical fuera instalada justo frente a una pequeña rotonda conformada por cilindros que rodean el busto del escritor Pablo Neruda, colocado allí en 2004 para celebrar el centenario del nacimiento del Premio Nobel Chileno, porque claro, nada mejor para dotar de hitos urbanos a la ciudad que poner a competir a dos. Una barbaridad a mi parecer, otra cosa que quiero aclarar es que el camellón sobre el que fue erigida la pieza no cuenta con ningún tipo de contención contra el automotor siendo que este se ubica justo frente a la salida de un túnel vehicular y que además en ese lugar existe una muy conflictiva vuelta a la izquierda. Pareciera que no fue nada analizado el lugar de emplazamiento de dicha pieza, y que además, en ese lugar se encontraba una gran roca que conformaba una composición junto con algunas plantas generando un muy afortunado diseño de jardín que tuvo que ser removido.
Otra pieza que ya fue dada a conocer mediante dos imágenes, es la denominada “Sincretismo” del reconocido pintor y escultor “Ismael Vargas”, con más de cincuenta años de trayectoria”, famoso por usar como tema constante su visión del barroco mexicano, conformado por la repetición de elementos icónicos de nuestro folklore, a mi parecer un verdadero maestro, heredero de la identidad mexicana, ver una pintura o escultura de Ismael Vargas es a la vista como es a la imaginación leer un texto de Fernando del Paso, recordar tu primera visita al museo del Estanquillo de Carlos Monsiváis, o imaginar las celebraciones del día de muertos en Pátzcuaro y Janitzio, ciertamente toda una experiencia muy mexicana; Pero tristemente las imágenes que se han mostrado de “Sincretismo” dejan mucho que desear, esta pieza presenta a mi Coatlicue, fuerte protectora y amorosa madre, como tocado de la Virgen de Guadalupe, la “Patrona de las Américas”, sincretismo para niños de primaria, diría yo, además materializada en una especie de corte laser o CNC a láminas de acero de gran formato (ignoro el material o técnica de la pieza, pero eso parece en los renders), la verdad, me recuerda mucho a esos adefesios que el gobierno del Estado nos intentó vender como “piezas de arte urbano panamericano”. ¿Apoco no se parece a esos horribles patinadores que lluvia con lluvia parecen desplazarse sobre el agua en el cruce de López Mateos y Av. México? ¿Qué le pasó al maestro? y ¿Por qué comprarle obra de ese tipo?
Además otro tema importante es de nuevo la ubicación, pues piensan colocarla justo frente al “Templo de nuestra Señora del Refugio”. ¿De verdad pondrán a competir estéticamente a una pieza escultórica contra un templo neogótico emplazado en un camellón a media avenida Federalismo? Además dicha iglesia es bastante conocida como para ser quien le da el nombre al “Barrio del Refugio”, al “Parque del Refugio” y a la estación de tren “El Refugio” , por ejemplo. El lugar ya es un hito, no necesita nada más, además ni mencionar que para muchos religiosos puede ser una ofensa directa el colocar una pieza que representa dichas figuras maternas juntas, dicho “Sincretismo”.
Viene a mi mente, porque no mejor encargar una pieza que hable del sufrimiento de los antiguos moradores de la calle Moro cuando fueron despojados de su pedacito de ciudad, ellos fueron desarraigados a la fuerza en aras del progreso. ¿Porque no rendirles un pequeño homenaje? Una amiga de mi madre, que creciera en la extinta calle Moro, una vez me platicó durante una comida como era su casa, que sonidos se escuchaban, que pasó cuando tumbaron todo; Ellos son tapatíos que tristemente no tienen un lugar al que regresar para recordar sus años de infancia.
La última obra que mencionaré es la más criticada, y chistosamente en este caso no se habla tanto de la obra misma (aunque si un poco), sino más bien del autor, muchos comentaron que ¿Cómo es posible que le compren una pieza tan cara a José Fors, famoso por éxitos musicales tales como “La Pucha Asesina” o “Insecticida al suicida” mejor conocida como “si tú quieres te suicido”, digamos que el autores más conocido como músico o pintor que como escultor, además los detractores del primer edil no olvidan que Fors es el autor de la canción de campaña de Enrique Alfaro, acompañado por otros músicos más.
Su obra es una cabeza dorada gigante (que la verdad como obra de arte también prefiero no criticar), funcionalmente también es una maceta, por lo que se titula “Árbol adentro”, y que a decir verdad, se une a la ola de partes humanas gigantes que últimamente hemos estado viendo fruto de artistas mexicanos como Javier Marín o el ya antes mencionado Rafael San Juan. De nuevo y por tercera vez en este texto cuestiono, al igual que todos los que han hablado del tema, la ubicación de la pieza, pues se pretende colocar en algún lugar del jardín de “San Francisco”, en “los dos templos” para ser más coloquial, punto neurálgico para el transporte multimodal tapatío, y que en un futuro, albergara una estación de la línea 3 del tren ligero, pero volvemos a lo mismo, “los dos templos” como dicen los jóvenes, el jardín de “San Francisco y Aranzazú” o simplemente “ Él Aranzazú” como dicen los más longevos, este sitio ya es bastante icónico, digo, porque no mejor hacer algo para contar la historia del lugar que fuera uno de los límites de la Guadalajara colonial, lugar de evangelización, ex convento, puerta de la ciudad, lugar de la primera estación de trenes de la ciudad, punto de enlace con la zona industrial y con San Pedro Tlaquepaque, porque no poner en valor la zona en vez de erigir una gran pieza escultórica completamente descontextualizada, o quizás invertir en la restauración de San Francisco, que tan dañado ha resultado con las obras del transporte colectivo, pero claro si el gobierno gastara dinero en el templo también sería fuertemente criticado. En definitiva, este jardín con lo poco que queda del conjunto conventual, no es el mejor lugar para esta pieza, creo yo.
Hace unos días me enteré que las “piedras esas”, que están detrás de la antigua “Biblioteca Pública del Estado” frente al “Agua Azul” son nada más y nada menos que las columnas originales de la cúpula del Hospicio Cabañas, las cuales en una restauración dirigida por el Maestro Silvio Alberti, se sustituyeron por unas más resistentes, y una vez retiradas fueron colocadas concéntricamente en su lugar de descanso actual, y hoy, no son más que unas piedras cilíndricas sobre las que descansan indigentes entre semana y asistentes al tianguis cultural los sábados, ¿Por qué no reintegrar dicho jardín escultórico?
Otro caso que importante es la arquería y balaustrada del Mercado Corona, originales del mercado anterior al anterior, que Julio de la Peña incorporara en su diseño, mismas que Ramiro nos prometiera con los Renders del proyecto de Fernandez Fontvolver a colocar en su sitio, y que hasta ahora, Enrique Alfaro no se ha visto interesado en reintegrar; dichas piezas aún se encuentran en el patio lateral del Museo de la Ciudad, entorpeciendo las actividades del recinto cultural. ¿Por qué no volver a armar el arco en lugar de comprar una gran cabeza o una figura alargada que ha dado pie a tantas burlas en internet?
El programa de “Arte Público” de la actual administración no tiene precedentes, la verdas es que durante décadas la ciudad no había invertido tanto en obra artística pública, dejándole él trabajo a los privados, que erigieran piezas como la de Juan Soriano en el World Trade Center, la de Juan José Méndez en la Cámara de Comercio, la fuente de los magos de Alejandro Colunga en Plaza del Sol, las esculturas tipo papiroflexia de Álvaro Cuevas por todo Providencia, las esculturas del fraccionamiento Solares, entre las que se encuentra “El Espiral Rojo” de Santino Escatel, “Equus caballus”, el caballo de palitos de colores sobre Av. Acueducto autoría de Nicolás de Maya, pagado por un grupo de empresarios, o el mismo “Homenaje al Espacio” en el extremo norte de la Calzada Independencia, de Jorge Fernández Acosta, materializado gracias a aportaciones voluntarias de diferentes actores de la población.
Proyectos tan amplios y ambiciosos, como el que se está llevando a cabo por la actual administración, son sumamente importantes para el crecimiento y desarrollo cultural de nuestra metrópoli, pero la verdad es que no por que estén restaurando algunas piezas y comprando otras tantas los actores de la Guadalajara Cultural nos vamos a quedar callados, los proyectos se deben socializar, lo recordó Enrique Alfaro en dicha conferencia mientras criticaba el desenlace de los “Arcos del Milenio” de Sebastian (quien terminara de desilusionarnos con su “Gerrero Chimalli”), y justo es en el tema de la socialización que este programa gubernamental está fallando, pues se reservaron la selección de artistas, piezas y ubicaciones para unos cuantos, y que además muy pocos cuerpos docentes, instituciones, colegios, colectivos, y personalidades han levantado la voz, y mucho menos trabajado en conjunto; Leyendo el libro “Arquitectura: pensamiento y creación” del Maestro Fernando González Gortazar, editado por el FCE, la UNAM y la FAU, me enteré que en el Distrito Federal, ahora CDMX, hubo una junta conformada por distintos actores de la vida artística y cultural de la ciudad, que a manera de consejo similar a lo que es el CONACULTA o el CECA a nivel estatal, tuvieron voz y voto en muchas de las decisiones que la ciudad tomara en ese tiempo (aunque dicho consejo no fue tomado en cuenta mucho tiempo). Yo me pregunto, ¿Es tan difícil organizarnos y pedirnos opinión? Bien se hubiera podido conformar un consejo para votar y discutir opciones, integrado quizás por miembros de distintas instituciones, colectivos y asociaciones, quizás ni siquiera para que decidieran, si no tan solo para ser escuchados su puntos de vista y así evitarse la lastimosa guerra mediática que se está llevando a cabo en estos momentos; Digo, si se pueden organizar ratificaciones de mandatos y consultas públicas por ciclovías, que no se pueda convocar y escuchar a un simple consejo.
Texto: Arq. Alberto Avilés. 01 de agosto, 2017.
Fuentes:
Rueda de prensa https://livestream.com/GuadalajaraGob/RPArtePublico/videos/133919060
http://www.informador.com.mx/cultura/2016/679152/6/guadalajara-anuncia-proyecto-de-arte-publico.htm
http://www.cronicajalisco.com/notas/2017/74304.html
Imágenes: