“De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación” Jorge Luis Borges
imaginación (Del lat. imaginatĭo, -ōnis) 1. f. Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales. 2. f. Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento. 3. f. Imagen formada por la fantasía. 4. f. Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.
Nos hemos olvidado de imaginar.
La imaginación es una de las herramientas más poderosas a la hora de resolver cualquier tipo de cuestión que se nos presente. Tiene que ser ésta un recurso inagotable en todo proceso conceptual, más aún cuando se trata del diseño y sus soluciones en cualquiera de sus múltiples escalas.
A falta de esos respaldos conceptuales, han sido las modas, la frivolidad, la rutina, los intereses mercantiles y la pereza mental lo que ha venido a dominar el panorama, y no solo el de la arquitectura, el diseño y el urbanismo, sino en cualquier ámbito cotidiano.
Y es precisamente, la falta de imaginación una de las grandes causas de los problemas que tenemos como sociedad. Aquí en la ciudad, a nosotros, se nos ha olvidado. Es tan grande el agobio de la rutina, de lo cotidiano, de los horarios y las responsabilidades, que eso de imaginar y soñar creemos solo es una actividad reservada para los que tienen tiempo.
Y nos equivocamos. Imaginar y soñar es algo que todo ser humano necesita, tanto, como ingerir alimentos, con la diferencia de que no es el estómago sino el alma la que queda satisfecha. Ese chispazo vertiginoso que sucede en la mente de los grandes genios y que materializan después de uno o varios intentos fallidos.
Existe un selecto grupo en nuestra sociedad que necesita en cantidades industriales el recurso de la imaginación, siendo ellos, precisamente, los escritores.
El impacto de libros en nuestra vida diaria es innegable así como necesario. En el ámbito de la arquitectura, solo como ejemplo podríamos ver la manera en que Les Jardins Enchants de Ferdinand Bac influyó significativamente y de forma crucial a una de las más brillantes generaciones de arquitectos tapatíos, siendo Luis Barragán el que descubriera junto con Ignacio Díaz Morales y Rafael Urzúa éstas descripciones de magníficos jardines imaginarios.
Las palabras son conceptos que poseen características singulares: ambigüedad, polisemia, dan lugar a la interpretación y a la fantasía personal siendo ésta de manera única y especial en cada una de las personas.
Escritores, genios que a través de infinidad de medios, llega a ellos la inspiración, acto seguido, en su mente está ya toda la estructura de la narrativa lista paraplasmarse en palabras.
Esto, transcrito al campo de la arquitectura, eso que se va a narrar es justamente el programa. La historia en la narrativa es similar al programa en la arquitectura: Los edificios cuentan una anécdota. Así lo recita el gran maestro tapatío Fernando González Gortázar.
Es por ello que hemos decidido crear este ejercicio llamado Instantáneas literarias.
El objetivo principal es dar una representación gráfica e ilustrativa a un concepto expuesto en palabras.
se toma un libro, se reparte cada uno de los capítulos que lo conforman a diferentes personas con edades y ocupaciones diferentes entre sí para que se ilustre así como lo imaginan en su mente, y lo que tenemos como resultado es un gran collage conformado por ilustraciones individuales que nos revelarán la manera en la que cada quien imagina un relato en común con sorprendentes diferencias, o extraordinarias similitudes.
Cabe señalar que esta actividad es totalmente sin fines de lucro, con el único ánimo de divulgar la cultura y pasar un buen rato dibujando.
Después de todo, y citando a Einstein:
«Si lo puedes imaginar lo puedes lograr. Si lo puedes imaginar lo puedes crear.“
Arq. J. Antonio V. Legaspi